Por: Pablo Tigani*
En Argentina las exportaciones experimentarían este año, un aumento del 4,1% a pesar del cuadro hostil acentuado por los deteriorados precios de nuestros productos. A esto se suma la desaceleración de la actividad en Brasil y una constante depreciación del Real que hace menos viable nuestros envíos. Entre tanto las importaciones tendrían un declive de 14%, arrojando de este modo un superávit comercial de 7.100MM de dólares.
Para completar el análisis, el resto de los componentes de la cuenta corriente del balance de pagos que tenemos que atender es de 11.400 MM de dólares. De modo que el déficit de la cuenta corriente alcanzaría solo 4.300 MM de dólares, equivalentes a 1.5% del PBI contra 3.1% del año pasado. Menos de la mitad.
En una empresa del sector privado, cuando existen indicios que algo se hace inadecuadamente, lo mejor es tercerizar con alguien que lo haga mejor (out sourcing). Así es en el sector privado y, este deberá ser un razonamiento que prospere en el sector público en los tiempos que vivimos.
En la vida de consultor veo constantemente casos donde nuevos empresarios se apoderan de empresas debilitadas por falta de management, tecnología, innovación, know how o por aplicación de métodos anticuados que los mercados sancionan. Podemos mencionar también otras veces, una cierta ausencia de vocación o fatiga de los accionistas. Estas empresas cobran nuevo impulso con la incorporación de ejecutivos que llegan con un objetivo: irrumpir con un crecimiento exponencial. Cuatro o cinco veces más facturación (reingeniería de negocios).
Existen sobradas razones para pensar que las exportaciones pueden ser la solución más completa de los problemas de la economía argentina.
Sin embargo, nadie intenta lanzar ideas innovadoras por el miedo que meten las arrogantes descalificaciones, de técnicos en piloto automático, cuya única respuesta posible tiene o debe ser encontrada o estar escrita en un libro de texto de Chicago o Harvard. Dada la indiferencia por las exportaciones en Estados Unidos, en los programas de sus Universidades son un tema de menor importancia, cuando no ausente.
¿Qué pasa si nos sinceramos y aceptamos que no sabemos como aprovechar el potencial exportador?
Tenemos una enorme prosperidad dormida por ignorada. Agreguemos falta de apoyo promocional e interés empresario. Nuestras exportaciones no alcanzan al 10% de nuestro PBI y justamente por eso no debe despreciarse la oportunidad. A causa de esto, algunos economistas han esquivado sistemáticamente el potencial que otorga su consideración.
Innovación para obtener divisas y generar empleo
¿Qué pasaría por ejemplo si procuráramos un acuerdo bilateral con Japón, otorgándole en locación un "fondo de comercialización internacional de exportaciones argentinas?"
Dado nuestro potencial (casi virgen), una propuesta de este tipo, en el actual momento que atraviesa Japón, sería de una puntualidad insuperable. Las probabilidades comerciales argentinas son mayúsculas y los nipones lo saben. Siempre recuerdo en mis tiempos de ejecutivo, cuando iba a recibir a algún japonés que llegaba de casa matriz; infaliblemente en el camino desde Ezeiza al Centro, me preguntaría ¿por qué no estaba sembrado a los costados de la autopista Ricchieri?
En la mayoría de los casos de empresas con dificultades, el alquiler de un fondo de comercio supera el valor patrimonial de la empresa ampliamente y, aún concursadas se realiza el negocio. Asimismo estos negocios se hacen porque la empresa objeto (del fondo de comercio) no tiene capital de trabajo y tampoco sabe explotar el potencial de ventas que posee.
Un negocio win win:
Para Japón representaría la posibilidad de integrar en forma vertical desde la materia prima a la industrialización y exportación de agro alimentos. Claramente una familia de productos (primarios y derivados) que diversificaría su portafolio de negocios, compensando su excesivo enfoque en la electrónica y la informática, altamente saturada y commoditizada.
Japón carece de recursos naturales que nosotros tenemos en abundancia(petróleo -gas- alimentos - extensiones territoriales). Sería entonces, abrir un horizonte inexistente hasta el momento, incluyendo la posibilidad de fabricar y exportar a su propio país, sus propios productos más, accionar la llave que poseen en el sudeste asiático, para nosotros inexplorada. "Exportarse sus propios alimentos argentinos", cosa difícil de lograr por ejemplo con los europeos para los Latinoamericanos. Ellos nunca aceptarán que le suministremos una porción importante de su comida.
Contexto actual en que se desenvuelve Argentina, oportunidades
Para Argentina, conseguir incorporar a un país experto y rico que aporte inversiones, tecnología y know how exportador a cambio de un "management fee" sería más que lúcido.
La configuración futura de la economía global, disminuye las posibilidades de ingreso a los mercados voluntarios de crédito nos guste o no. Otra vez por necesidad y no por virtud, (como la Regla del Déficit Cero) tenemos que abandonar la idea de emitir deuda. Encontrar financiamiento sustituto y genuino de divisas no da para relegar.
El déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos se vino financiando hasta el 4 de Julio con ahorro externo. Esta nula disponibilidad de divisas requiere que se reduzca el déficit y esto solo es posible a través de un fuerte superávit comercial. La decadencia de la rentabilidad en las empresas debido a la paralización del consumo doméstico y la falta de financiación se seguirá manifestando con mayor aumento de los índices de desempleo si no exportamos.
Nuestra importancia estratégica para EE UU en el nuevo contexto mundial se ha reducido y han surgido otros países como Turquía y Pakistán que ahora son los preferidos para recibir asistencia. Tenemos que mirar hacia otro lado e innovar.
Dada la imposibilidad de continuar aplicando nuevas medidas constrictivas que aumentan las limitaciones de la demanda interna, para aumentar el saldo del balance comercial, tenemos que lograrlo con más exportaciones. No seamos obcecados, solo dos países: China e India están alejados del fenómeno de corrección de crecimiento en Octubre de 2001. Usted ya sabe el porque.
Propuesta para salir adelante:
Imaginemos este escenario: Firmamos un acuerdo bilateral directo con beneficios preferenciales para la inversión directa con Japón. Luego este país avala una emisión de bonos argentinos con u$s30.000 MM. Sin invertir capital, garantiza el 30% de un bono "AAA" por u$s100.000MM. Con esos bonos rescatamos 100.000 millones en deuda onerosa a cambio de un nuevo bono con una tasa civilizada. A su vez, Argentina le garantiza a Japón la amortización de la parte proporcional de los bonos avalados con el superávit excedente de nuestra balanza comercial de los próximos años.
SATISFACCIÓN COMERCIAL PARA JAPON: le pagamos un "management fee" sobre el aumento de los 27.000MM actuales de exportaciones que solo duplicando (podríamos triplicar)los envíos, al 3% le generaría 2,70% al año, por utilizar su know how, sin inversión y diversificando su oferta de exportación.
SOLUCION FISCAL GENUINA Y REACTIVACION DURADERA PARA ARGENTINA: Disminuimos inicialmente en forma contundente el déficit fiscal que genera la extravagante carga de intereses de la Deuda y potenciamos exponencialmente nuestro Comercio. Con el doble, las exportaciones podrían aportar en términos actuales 9,8% más de contribución al PBI y en forma consistente un mayor PBI per cápita significa mas actividad y empleo.
*Pablo Tigani-Master en Política Económica Internacional-Presidente de http://www.hacer.com.ar/
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