Las consecuencias emergentes de los atentados terroristas del 11 de Setiembre en los Estados Unidos nos enfrentan como Nación a circunstancias aún más difíciles que las precedentes.
Más allá de la política, nos esperan momentos enredados en términos de cómo estaba planteada nuestra vida en sociedad, trabajo, familia, se sobreentiende.
Inmovilizarse y lamentarse ante los sucesos, como infortunados ciudadanos de un país relegado que sufre, es una alternativa para la generalidad.
Para empezar, digamos que las consecuencias que podrían originarse en el mapa económico incluyen: un menor crecimiento del nivel de actividad global que en forma consistente afecta la producción y el trabajo. Una mayor volatilidad (subas y bajas) en los mercados financieros, hace menos atractivas a las economías emergentes para que lleguen inversiones. Por ejemplo en lo que va del año se proyectan transferenci8as netas desde Argentina hacia el exterior por más de 9.000 millones de dólares.(En criollo: fuga de capitales)
Si consideramos que antes del ataque a las "torres gemelas" y "el pentágono", las previsiones de crecimiento se estimaban inexistentes para la economía norteamericana, las revisiones de las proyecciones de hoy nos llevarían a considerar una posible caída del producto de EE.UU. durante el tercer trimestre del año.
En el ámbito internacional, la desaceleración del ritmo de crecimiento del volumen del comercio mundial de bienes y servicios bajó de 12,4% en 2000 a (proyecciones) 6% para el año 2001, es decir menos del 50%. En Octubre de 2000 el Fondo Monetario Internacional planeaba un crecimiento mundial de 4,2%, en Mayo de 2001 lo corrigió a la baja un 24 %. El mismo cálculo en las mismas fechas corrigió para Estados Unidos de 3,2%, a 1,5% en Mayo y 0% antes de los atentados. Esta situación traslada penosas secuelas para el resto del planeta. Sobretodo si además se prolonga en el tiempo a causa de un potencial conflicto bélico de nuevas características, antes nunca atravesadas.
Estados Unidos, el país con la economía más grande del mundo, explica más del 22% del crecimiento mundial en forma directa y, casi el 40% en forma indirecta. Un menor crecimiento de EE.UU. lleva a menor crecimiento mundial. Luego un menor crecimiento mundial, implica menor flujo de comercio mundial por menores importaciones y menos intercambio entre empresas. Pero un reducido flujo de comercio, llevará a un escaso crecimiento del Producto (el comercio explica 25% del PBI(1) mundial y 15% PBI de EE.UU.) Actualmente la globalización arrastra a las empresas a diversificar el proceso productivo en diferentes países (tercerización o "out sourcing"), esto produce entonces una disminución en los niveles generales de ocupación. A su vez esto deriva en menores importaciones y exportaciones de bienes y servicios intermedios y menor movimiento entre filiales o subsidiarias de empresas multinacionales.
En cifras nominales hablamos de billones y billones de dólares menos de riqueza mundial y, por supuesto menos puesto de trabajo y fábricas funcionando.
Paradójicamente al disminuir los pronósticos de crecimiento en los países emergentes, se produce lo que en los mercados se conoce como (flight to the quality - significa: vuelo hacia la calidad) una expresión comúnmente usada para explicar que los capitales huyen de los títulos de los países más pobres y buscan refugio en las economías más estables para resistir los embates de la crisis. Esto quiere decir que no solo se afecta el volumen de comercio mundial sino que aún, financieramente también se castiga más el financiamiento a los países emergentes.
Hoy cuando escribo esta nota la decisión de las principales economías del mundo ha sido la de tomar medidas para no agravar la situación económica. Los Bancos Centrales de esas naciones inyectaron liquidez a los mercados por una suma que supera los u$s 100.000 Millones de dólares. Con el objetivo de sostener el dólar con respecto al yen (moneda de Japón) y al euro(moneda de la Unión Europea). Por su parte aún cuando los mercados europeos no logran reponer los volúmenes de operaciones previos al atentado por la falta de actividad de Estados Unidos, las bolsas de Londres, Frankfurt y París, todas subieron y se recuperaron un día después de la caída. Con respecto al petróleo que había subido 15%, bajó hasta alcanzar los niveles de precio previos al incidente terrorista.
¿Cómo hemos actuado nosotros los argentinos en el pasado?
Si observamos un poco la historia y el resto mundo, podemos verificar que un país como él nuestro aún no ha alcanzado su destino profético pero, ni siquiera observamos los pronósticos científicos más probables en cien años.
Cuando comenzaba el siglo XX, un consenso de economistas pronosticó que, tres países encontrarían el podio de crecimiento cuando finalizara el siglo: Argentina, Estados Unidos y Canadá; en ese orden primero, segundo y tercero. Luego en 1950, otro conjunto de destacados economistas volvieron a expedirse, confiando que en el año 2000 nuestro país alcanzaría él más alto crecimiento en el nivel de ingreso per cápita en el ámbito mundial. Por aquel entonces el ingreso, medido en términos de Producto Bruto Interno per cápita era el mismo en Argentina, Alemania e Italia. Hoy la relación con ellos es: tenemos menos de un tercio y cerca de una cuarta parte de lo que usufructúan esos países. Por aquel entonces nos enviaban parte de su población hacia Argentina, en aplicación de aquellas alentadoras expectativas.
En la faz política de las relaciones exteriores, uno de los puntos más importantes después de los atentados habrá de ser el grado de compromiso que adquiera la Nación, fuera de las condolencias y expresiones diplomáticas insubstanciales.
Por ejemplo, si vamos a estar dispuestos para el envío de fuerzas militares si fuera necesario y otros apoyos, parecidos al brindado por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y hasta Arabia Saudita al comprometerse a aumentar su producción de petróleo.
Un conflicto de un profesional cristiano
Como analista sobre temas de Política Económica Internacional me pregunto si haremos un alineamiento formal y bien "light" o fuerte y comprometido ya que esto tendrá incidencia decisiva en otros aspectos de nuestra vida ciudadana. Continuando el ejercicio como técnico me imagino que, un alineamiento débil traería consecuencias negativas en términos de la predisposición favorable que necesitamos de parte de Estados Unidos para ayudarnos en la difícil situación económica que enfrentamos. Por otra parte un fuerte compromiso, como se hizo en la guerra del Golfo en 1990, haría que pasada esta etapa de conmoción y alteración completa de prioridades en Estados Unidos, se facilitaran los pasos de ayuda económica externa que Argentina necesita. A su vez, este mayor compromiso con Estados Unidos implicaría claro está, asumir mayores riesgos de atentados terroristas en territorio argentino.
Me resulta mortificante ver a nuestro país y su gente, haciendo las veces de desamparados o críticos sin propuestas. Formamos parte de esta situación descripta, pero no debemos tolerar un futuro incierto.
(1)(PBI significa Producto Bruto Interno. Es el valor de mercado del conjunto de bienes y servicios finales que han sido producidos en un periodo determinado - generalmente un año - por los factores de la producción localizados en un país)
* Master en Política Económica Internacional
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