El comunicado de la cuadrilla de bonistas expresó: “Argentina necesita desesperadamente un acuerdo con el FMI”. En realidad quisieron decir: “quienes entramos al canje de deuda soberana nos dimos cuenta que los bonos que recibimos están cayendo muchísimo más de lo que hubiera sido la pequeña quita que pedía Guzmán. Se lo dijimos, pero ya le manamos al ministro para NYC: “no hagan olas”. Un programa del FMI, es la fuente de anclaje del desplome de los títulos. El Gobierno está cómodo, la deuda es con un organismo multilateral de crédito y, esta vez va a negociar un acuerdo sostenible, sin waivers como otros Gobiernos.
Recordemos
que desde Juan Vital Sourrouille (Ministro de Economía del Presidente
Alfonsín), Argentina firmó 15 acuerdos
con el FMI y no cumplió ninguno en su totalidad, hasta que llego Néstor
Kirchner. Luego de realizar un acuerdo a 3 años no solo lo respetó, sino que
canceló en forma anticipada la totalidad de la deuda. Cambiemos firmó un acuerdo que hubo que
renegociar a los 30 días, pidió más dinero, tampoco alcanzó las metas. Con esos
antecedentes (UCR y PRO), -¿Sería atinado acordar exigencias incumplibles? Si Guzmán
se dejara persuadir como los ministros de
esos partidos y su ex segunda y tercera línea como Dujovne, Sturzenegger, -¿no
serían acusados por el FMI de embusteros, como Cavallo y los mencionados
funcionarios y asesores de la Alianza I y la Alianza II? -
¿PORQUE LOS TENEDORES DE TÍTULOS TIENE QUE AYUDAR?
Es
que la jugada de Guzmán
fue extraordinaria. Contrariamente a su estrategia, lo usual es que el FMI de
“luz verde” a los acreedores privados, asigne condicionalidades y monitoreos. Entonces
los acreedores cerciorados de la “sustentabilidad” acceden a la reestructuración
privada. Pero fue exactamente al revés y, los privados quedaron enganchados. Si
el FMI dijera no, los bonos irían a penetrar los bolsillos traseros de sus
titulares.
Iniciar
y terminar el acuerdo de la deuda pública en manos de tenedores privados en
2020 condujo a entrar al “Dance Buenos Aires”. Ya acordamos con el 99.9% de los
privados, si el FMI introduce exigencias inaceptables, no se consentirán. Si los
tenedores y sus operadores se ciegan a esta realidad, los títulos recibidos en
2020 van a estar entre el tormento y el averno.
PROGRAMA “PRECIOS CUIDADOS” DEL BCRA (dólares para
fuga entre $20 y $28)
En
enero de 2018 vuelve Caputo y avisa: “Nos echaron de todos lados”. En su propio
lenguaje: “nos caímos del mundo”, vamos al FMI.
Los
criterios básicos al funding del
organismo son: 1) Que la deuda del país
tenga altas probabilidades de sustentabilidad y, 2) Que la asistencia conduzca
al país de regreso a los mercados voluntarios de colocación de títulos.
Es obvio que eso nunca sucedió. Hay
investigaciones silenciosas en el organismo y el mundo va a seguir con atención
la querella criminal en la Argentina. Ya vamos a ver porque.
El préstamo
del FMI no fue otorgado con el propósito de ganar las elecciones. ¡Qué
esperanza! En primer lugar, fue para que el presidente en ejercicio pudiera
terminar “el Primer y único tiempo” (libro), sin repetir la historia de
Fernando De la Rúa. Peor aún, los acreedores de esta bribonada no eran
jubilados italianos y japoneses dormidos. Ya sabemos quiénes eran. Los técnicos
del FMI como toda la categoría de profesionales documentados no querían firmar
nada y dejaron constancias. Las encuestas artificiales y los economistas
compinches iban a echarle un capote diciendo que ganaba Cambiemos porque: -¿Qué
puede ser peor que el peronismo?-
Pero
habían alcanzado cuanto desacierto fuese practicable-voluntaria e
involuntariamente- dilapidando la hazaña de que Macri llegara a la presidencia.
Por último primó la necesidad imperiosa de dejar subordinada la política
económica del próximo presidente peronista.
La
anomalía más significativa del crédito del FMI fue que estuvo destinado a
financiar dólares baratos. Una especie de “precios cuidados” a un precio que no
destruyera la inversión propiciada por los endeudadores seriales. Iban todos de
salida. Las sobreactuadas subastas de los presidentes del BCRA, fingiendo intentos
de domar al dólar estaban asegurando el precio requerido por los clientes de
Messi (que después tenía que seguir trabajando).
Por
el lado decisorio, Larry Fink (CEO de BlackRock) tenía más poder que Trump y
Lagarde. BlackRock y Elliot (cada uno de ellos) gestionan el equivalente a 8/9 veces el PBI argentino, el 43% del PBI de
EEUU, sumados 86%. No es difícil imaginar a Larry Fink sugiriéndole a Lagarde y
Trump: “pongan u$s 57 mil millones que vamos de salida”. Así los
estadounidenses privados, les transfirieron el riesgo argentino a los países
miembros del FMI. Ellos pudieron beneficiarse hasta 2018 del trading
garantizado a “dólar lifting”, colocándose en LEBAC. ¿Alguien cree que Alemania
la dejara pasar?
EN EL LADO ESTE DE MANHATTAN
Es
cierto que algunos se demoraron-nos consta en esta columna-. Recordamos
especialmente nuestra charla-conferencia en un banco de inversión con el jefe
de research y el jefe de traders en abril de 2019. Ellos le creyeron a Macri. Estaban
seguros de dos cosas: Macri reelegía y, el FMI aportaría muchos más dólares. Salimos
intranquilizados de esa gran entidad. Repetían los zócalos de TV de cualquier
bar de Buenos Aires.
Volviendo
a 2018, el estropicio alcanzado y las maniobras que había que hacer superaban el
límite del primer presidente del BCRA. Fue lejos, pero debía preservarse para
dar clases en EEUU, como siempre en el segundo tiempo. Luego fue tan
desvergonzada la designación del segundo (sin aprobación del pliego por parte
del Senado) y los excesos que cometió, que hicieron que el FMI lo sacara a puntapiés.
El tercero contrajo la base monetaria como nunca antes y llegó a pagar 80% en
LELIQ pero los dólares siguieron escurriéndose, hasta que en 2019 la dupla
Lacunza-Macri restablece “el cepo” que había levantado la dupla Prat
Gay-Sturzenegger en 2016.
LA RANA Y EL ESCORPIÓN
Un
periodista preguntó: -¿Por qué Guzmán no asintió lo que dijo el presidente el
primero de marzo?- Al parecer, en una cadena de tuits el ministro de Economía
evitó referir el discurso de Alberto Fernández. Pero, -¿Es necesario explicarle
a un abogado-periodista, en qué consiste “el policía malo y el policía bueno”
en una negociación?-
Los bonistas criticaron al país, pero en realidad le
reclaman a Georgieva (por elevación) que acuerde con la Argentina porque sus
papeles cayeron, afectando los resultados de sus balances. Es tal la necedad de
los medios que no pueden ayudar a quienes le sirven. Parece que no pueden dejar de ser quienes son, y
actuar en contra de su naturaleza, de su costumbre y de otra forma distinta a
como han aprendido a comportarse en los últimos 14 años. Están boicoteando a
los tenedores de bonos, sin proponérselo.
SALIENDO DE LAS DOS PANDEMIAS
Stiglitz y Krugman que comulgan con Georgieva (FMI) y Yellen (Tesoro
estadounidense) consideran que hay que
hacer lo que sea para recuperar los empleos que se perdieron en 2020 por la
pandemia. Piensan que hay que atenuar el impacto de la pandemia
atendiendo a los que más sufren e invirtiendo en planes de vacunación. Los gobiernos de todo el mundo mantendrán el apoyo
fiscal, con la administración de EEUU liderando su nuevo plan fiscal de 1.9
billones de dólares. Repitieron la cifra de Trump. Ya van 4 billones
para financiar la recuperación de la economía estadounidense.
En cambio el equipo
económico argentino razona las restricciones macro y ha demostrado moderación
fiscal y monetaria en los últimos seis meses. Sin embargo la recuperación se
afianza. Crecen las reservas del BCRA y las brechas cambiarias caen a mínimos, disminuye
el riesgo de un salto del dólar y progresa la recaudación fiscal.
El
contexto de los próximos meses de Argentina luce positivo. Con la
reestructuración de deuda externa, la convergencia fiscal, los precios de las
materias primas volando, y un repunte de la actividad económica, Argentina
tiene muchas chances de un “turn around”. Para los Venture Capitalist y Private
Equity Fund que consultan para invertir en empresas de capital cerrado, el consenso
no piensa desperdiciar la oportunidad.
Déficit
cero no es viable, pero en medio del COVID se tiende a reducir a menos de la mitad.
La monetización acumulada de los déficits es el resultado de diciembre de 2019,
un país con escasa reservas, en default y sin crédito internacional. La
previsión de inflación del Gobierno del 29% para 2021; las estimaciones de los
economistas privados-que nunca aciertan-dice que será 45%.
APRENDER A DESAPRENDER LO APRENDIDO SOBRE DÉFICITS Y
LIBERTADES
El
ministro Guzmán dijo: “Respetar la sostenibilidad fiscal no es de derecha. Tenemos
la necesidad de respetar la sostenibilidad fiscal”. Podríamos redoblar, es una
premisa marxista, peronista y bíblica (judeo-cristiana). Es importante saberlo.
Mejor enojados sabiendo, que felices indocumentados.
León
Trotsky exhortó al Gobierno alemán después de la primera guerra mundial para
que dejaran de imprimir moneda para financiar el déficit fiscal. “Liberación o dependencia”, fue una consigna
peronista de los 70', que planteaba “desendeudar al país” para tomar decisiones
económicas independientes.
-¿Pero
cómo se logra evitar pedir prestado o emitir-que tiene sus límites?- Evitando
el déficit fiscal. Pues la única forma de financiarlo a la larga es “pedir
prestado” como hacen los gobiernos neoliberales-conservadores. Y, solicitar créditos
genera “dependencia”. La Biblia dice: “El rico domina a los pobres y el deudor
es esclavo del acreedor” (Proverbios 22:7).
Por
último supongamos que los mercados fueran verdaderamente libres y “a puro
riesgo”. Entonces la Argentina podría recomprar los títulos con 30% de
descuento, formando un fondo de inversión mixto argentino. Algo similar a la
estrategia que pergeñó Néstor Kirchner con un préstamo de Venezuela, ganando
los dos países. Argentina rescató deuda con 25% de descuento, o sea 33% para
arriba, pagándole una alta tasa a Venezuela de 15% (era el riesgo argentino)
por el préstamo que apalancó la rentabilidad al doble.
ROMPIENDO MITOS:
Algunos
se enteraron que el equilibrio fiscal y monetario no es de derecha, también lo
militó Trotsky (El capitalismo y sus crisis, compilación de escritos de León
Trotsky, Centro de Estudios e Investigaciones Trotsky) y, el peronismo de la
tendencia revolucionaria (América Latina: dependencia y liberación, 1973,
Dussel Enrique, Ed. Fernando García Cambeiro). Recordemos también que la
historia de incumplimientos con el FMI en democracia, es prerrogativa de la UCR
y el PRO.
(*)
Profesor de Posgrado UBA. Máster en Política Económica Internacional, Doctor en
Ciencia Política, autor de 6 libros. @PabloTigani