-¿Alguien le preadjudicó lentitud a los actuales actores en
el gobierno? – De ningún modo, disimulan otras carencias, pero velocidad “para
los mandados” les sobra. Las vicisitudes de este gobierno se han desarrollado
bajo sus reflejos naturales, les aseguro que hasta el momento, nada me ha
sorprendido. Un sentido de permanente impunidad que acompaña a los poderosos,
le afianza al presidente la idea que condonación entre el Correo y SOCMA-Sociedades
Macri-, terminará siendo resuelta por la justicia, como el contrabando agravado,
el plan cloacal de Rousselot, las escuchas telefónicas, o la salida de Sevel a la Bolsa (una tortuga que
se le escapó a Cerruti).
¿Como nos puede ayudar la antropología y
la etnografía, para entender estas cosas?
Algo descubriremos si analizamos un concepto, “el idioma
del parentesco”, gracias al esfuerzo de los antropólogos. La trama del “idioma
del parentesco”, es un lazo social muy fuerte de ciertas sociedades originales que
“conservan y mantienen” el orden, creando lazos de solidaridad.
¿Cómo
nos puede ayudar la historia clínica y espiritual?
La historia de una familia puede
prevenir antecedentes, por esa razón los médicos preguntan: -¿en su familia hay
diabéticos?-Los pastores preguntan: -¿en su familia alguien era violento?- En
este último caso suele explicarse bíblicamente un tema difícil, llamado “maldición
familiar”. La buena noticia es que las maldiciones y aun las enfermedades
hereditarias pueden suprimirse, otro día le cuento.
Sigamos con la “adoración a
los ancestros”, que para la cultura judeo-cristiana es considerada idolatría, para
la psicología se combina con esos excesos que provoca el “querer agradar”. A la
inversa, una relación turbulenta o de sumisión incondicional con el padre revela
connotaciones de flaquezas de la
infancia y otras cuestiones que no son objeto de este artículo. Casualmente hay
muchos integrantes del equipo de gobierno “hijos de”. Me refiero al hijo de Franco
Macri, hijo de Félix Peña, hijo de Jorge Prat Gay, hijo de Adolfo Sturzenegger,
hijo de Rogelio Frigerio (h), etcétera. Además de haber muchos primos,
parientes, amigos y allegados.
La concepción clásica del
parentesco acentúa su función original, “mantener un orden social disciplinador”;
esto mismo se transbordó al estudio de la política y las leyes. Existen dos enfoques
antropológicos para estudiar la política. Uno es el enfoque terminológico y el otro,
es el que nos ocupa, “el tipológico”: cuyo ejemplo mas emblemático es “la
Sociedad de Bandas”, formadas por cazadores, pescadores, horticultores; cuya
estructura social se basa en el parentesco. Articulando política, economía,
finanzas y negocios, este tema me refiere a lo societario-asociativo, típico
caso “las empresas de familia”. Está largamente estudiado que, en una “Sociedad
de Banda” se puede llevar una forma de vida igualitaria sin que alguien
necesariamente ejerza el liderazgo o si hay liderazgo, puede ejercerse en forma
temporaria o indistinta y con fines específicos. Ejemplos: el capitán de un
equipo de caza, o de una banda guerrera, más inmediatamente podría pensarse en
una banda de Rock. En el mundo corporativo un equipo de negociación de una
fusión o adquisición empresaria, una restructuración de deuda en “default”, un
equipo para realizar un “hostil take over” (sign. “tomar el control de una
empresa en forma hostil”), un equipo de abogados para litigar. Sin que se me
acuse de cartesiano, podría aventurarme a proponer un nuevo ignorado estudio
tipológico. Pero entraré en puntas de pié, no pretendiendo iniciar un proyecto de investigación-por el momento-
pero se ve una suerte de antropología política corporativa, que algo podría aportar
al pensamiento contemporáneo, observando a Donald Trump y su papa y otros sucedáneos.
Existen aun “sociedades
tribales”, formadas por pastores de ovejas y horticultores donde la estructura
social se basa en clanes o linajes. Pasan niveles, a veces tienen líderes que
ganan prestigio y consiguen apoyo en función de haber dirigido bien alguna
tarea, por ejemplo: los “Grandes Hombres” de Nueva Guinea. “La sociedad de
Jefes” (no me refiero a CEOS), están gobernadas por Jefes hereditarios que a
menudo concentran poder en función de familia, dinastía, y/o fortunas heredadas. En ese tipo de
sociedades los Jefes ofician como jueces, distribuyendo riquezas e ingresos, inclusive
en virtud de su lugar reciben poderes políticos y hasta sobrenaturales (brujería)
cumpliendo funciones sacerdotales.
En nuestro tiempo, la
lingüística nos ayuda y, cuando escuchamos la palabra “Jefe”, cabe preguntarse
el significado. Sobretodo porque hoy la usamos frecuentemente para referirnos tanto
al rector de la universidad, como al líder de una tribu, una corporación, un
destacamento o una banda. La usanza de anteponerle Jefe a un nombre o
directamente decirle “Jefe”, antes de abordarle, debe comprometer nuestra
atención.
Por último quiero referirme
a "las sociedades de estado". Sencillamente se dan en algunos de los países
agro-exportadores, donde se exporta materia prima y se importa todo el resto, donde se puede estratificar socialmente, incluyendo castas. Estos Estados tienen
líderes hereditarios o electos legítimamente, que ostentan deberes
sagrados y hasta ejercen poderes
sobrenaturales, me refiero mas a la bruja ecuatoriana que a “lo aspiracional del gobierno”; a practicas de negocios de ciertos países africanos, a los cuales en forma
inadmisible, el gobierno tiende asemejarse.
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