viernes, 30 de enero de 2015

Economia condicionada por el contexto externo

..."Habermas insiste en que la propuesta kantiana de una federación de Estados hoy en día no sólo no es porque los Estados “no quieran”, sino porque afortunadamente la república mundial no sólo no es posible, sino tampoco es necesaria, ya que una constitucionalización del derecho de gentes no requiere de un déspota mundial, que además es peligroso..." (DIVERSIDAD POLITICA, Pag.21, Susana Villavicencio, coordinadora, CLACSO). 


El contexto económico internacional luce más negativo que hace un año, a comienzos de 2014. Seguramente el contenido de las políticas va a cargar la influencia del contexto externo de 2015; con el agravante de Grecia iniciando el año en amenaza de interrupción de pagos, tal vez sea este el año más virulento para el mundo post 2008, y uno de los periodos más complejos que le toca enfrentar a la Argentina, que además tiene elecciones nacionales.
- ¿Podría llegar a parecerse 2015 a 2009? - No lo sabemos, nadie puede afirmarlo con certeza, 2009 cargaba con “el semestre trágico” encima (así se denomino el periodo comprendido entre el 4to.trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009)
Es posible que el crecimiento mundial vuelva a ser escaso, y tal vez sea mas bajo que en 2014, dado que la locomotora China se desaceleró y probablemente crezca en torno a 6.8% este año-según el consenso de pronosticadores: entidades internacionales publicas y privadas(recuerde que China llego a crecer 13% anualizado solo unos años atrás y en promedio no bajaba de 10/11%), con una caída semejante la próxima tasa de crecimiento seria entonces la más baja en más de una década.
Para el mundo y Europa, Grecia abre un interrogante que puede resultar “descarrilamiento de tren en cámara lenta”. Japón se la pasa dando estímulos a la demanda agregada, pero no logra salir de su situación de estancamiento, luego de un breve veranito que le diera la “Abenomics” (políticas expansivas que implementara el primer ministro japonés, Shinzō Abe).
Latinoamérica proyecta tasas de crecimiento bajas, creciendo como en 2014, mientras Brasil -nuestro gran socio- apunta a otro año de estancamiento, o tal vez recesión.
Las perspectivas de suba de la tasa de interés en EE.UU. y el relativo oxigeno del espoleado crecimiento de la economía norteamericana, hizo que el dólar se fortaleciera frente al “euro” (sumado al riesgo Grecia) y la mayoría de las monedas de los países emergentes, corroyendo el poder de compra en dólares de nuestros principales socios comerciales.
Los precios de las commodities cayeron fuerte y tal vez sigan estabilizados en estos niveles bajos durante 2015, pero no lo sabemos científicamente. Usted estará al corriente, en solo unos meses “la mano invisible del mercado” redujo el precio del petróleo a menos de la mitad de su cotización. Paradójicamente, el menor precio del crudo es un insólito favor que nos hace este acoplamiento planetario.
Hoy resulta que haberse convertido en importador de combustibles y gas, viene a compensar en gran parte la caída de los precios de la soja.
Empezamos 2015 con dólar fuerte en el mundo, menores precios para las commodities, Brasil en recesión, China desacelerada, Japón estancado, Europa devaluada y con riesgo de “tragedia griega”.
De esta manera, aunque los colegas no quieran hablar del “contexto económico internacional”, tenemos que decir que Argentina no es inmune a un shock exógeno negativo que podría profundizar y limitar el desarrollo de la macroeconomía en 2015, haciendo ineludible abordar el debate de una situación que se negaba unos meses atrás.

domingo, 18 de enero de 2015

Piketty, relacionado con su visita - Copyright Diario Registrado

Una paradoja para los mercados. El giro populista y progresista mejoró la macroeconomía que dejó el neoliberalismo y afianzó la democracia en los países de Suramérica donde se cambió el modelo de los años noventa.

Cuando se observan las cifras de evolución económica de los años posteriores al neoliberalismo que fue dominante, no parecen ser las corrientes populistas y progresistas, sino precisamente la herencia de las políticas neoliberales, las que por inercia siguen provocando pobreza y desigualdad, en promedio; aun luego del giro político e ideológico de Suramérica. Es cierto que convivieron en un momento “nuevísimos” regímenes democráticos en la década de los noventa, y tácitamente-en muchos casos- se sabía que a cambio había que sobrellevar al neoliberalismo, pero ello fue al precio de afectar gravemente la calidad de vida de los ciudadanos.

La instalación de las democracias en la región a finales de los noventa no tuvo beneficio de inventario de las políticas neoliberales. Por el contrario, los déficit de las democracias políticas afectaron los sistemas de redistribución del ingreso, el poder y la riqueza, y esto se debe en gran parte a la presencia de espacios neoliberales no sólo en las estructuras económicas heredadas, sino en las percepciones de los actores corporativos y los ideólogos de la "centro derecha", apoyados en la tecnocracia. Aun el peso ideológico de los economistas neoliberales es muy fuerte porque se ha escrito muy poco sobre lo que este artículo da cuenta.

Desde fines del siglo XX, en buena parte de América del Sur -a excepción de Colombia, Perú y Paraguay-el liderazgo político ha dado un giro ideológico significativo, pasando del retiro casi absoluto del Estado, al cual se le habían dejado funciones mínimas, con el objeto de preservar un “ambiente propicio para los negocios y las inversiones”, a la recuperación de las capacidades reguladoras del Estado, y sus respuestas efectivas para recuperar su rol y cumplir con sus obligaciones sociales.



Comprobar mas de una década de tasas de crecimiento promedio del PBI en la región, es lo que permite observar que la ideología neoliberal, por si misma, no resulta determinante en el momento de asegurar condiciones favorables a la inversión y el denominado “buen clima para los negocios”. Entonces, ¿a que se debe que siga la influencia de los economistas neoliberales? - Hay muchas explicaciones, pero empecemos a resignificar las definiciones. Por ejemplo “clima de inversión” y “ambiente de negocios”, introduciendo nuevos conceptos de política económica, y todo esto a la luz de los números, que muestran a las claras que deberían adaptarse las enunciaciones con los nuevos tiempos, aun en virtud de la combinación del menú de amplias variedades populistas y progresistas concretos, para impulsar mas investigación  dentro de la afluencia de cambios registrados en Argentina y la región. Exhorto a la producción y difusión de los progresos macroeconómicos en Suramérica, a los economistas becarios de las más emblemáticas y prestigiosas instituciones que hayan recibido inversión presupuestaria, mas aun teniendo en cuenta que las fundaciones privadas no serán las que financien este tipo de trabajos.

lunes, 12 de enero de 2015

Los perdonamos, pero nunca nos distraeremos Copyright Diario Registrado

El fenómeno de las crisis políticas y económicas en la agenda Suramericana, no puede disociarse del origen autoritario previo del Cono Sur de America Latina[1], por lo tanto en el ámbito regional, ha sido la preocupación y una amenaza velada constante de los Estados durante la década de los noventa. Desde entonces, la progresión de gobiernos democráticos, no pudo o no intentó enfrentar el decálogo del modelo que entró para posicionarse con fuerza, remarcándose su asociación a las esferas de desregulaciones,  y una progresiva abolición de los controles e intervenciones. Hoy regresa del pasado “el relato neoliberal”, aquellas letanías hipnóticas sobre el crecimiento del gasto y sus “males” (ya no se habla de  déficit), y la “emisión desbocada”.

El resultado de la experiencia de aplicar las recetas de quienes vuelven a la carga fue, que las crisis políticas se incrementaron en la región, deteriorando las condiciones de vida de la población en general.

Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay, que la pasaron mal en los noventa; aunque no exentos de dificultades, hoy están mucho mejor.

La relevancia actual de este análisis adquiere un interés inquietante en 2015, por eso debe ser machacado, en la Argentina regresan los autores ideológicos y “la tercera y cuarta línea” de aquellos ejecutores políticos, de los desequilibrios que produjo el neoliberalismo. Recordemos como la situación política, económica y social regional se había reconfigurado como un emergente del avance de “lo financiero” sobre lo político en el contexto de la globalización de los mercados, donde precisamente eran los managers de los países, quienes daban soporte a esas políticas aciagas.

En el marco del neoliberalismo y las evidencias conocidas de sus crisis políticas y económicas, los argentinos fuimos los más perjudicados, esto respondió en parte a la disposición política de subordinar las decisiones a los organismos multilaterales de crédito, la fracasada tecnocracia, y las “mejores prácticas del mercado”, con la cooperación de aquellos excéntricos políticos. No deberíamos olvidarlos (en Argentina Menem, Collor de Mello en Brasil, Fujimori, Sánchez de Losada y Gutiérrez; en Perú, Bolivia y Ecuador respectivamente). Los avances relativos registrados en las tasas de crecimiento del PBI, se veían contrastados con el aumento del endeudamiento, la desigualdad y la pobreza. Tenga presente que en 1998, Argentina, asumió el rol de “mejor alumno del FMI”, por haber adaptado sus políticas a los requerimientos de su burocracia y los “países serios”, tres años antes de ingresar al mayor default de la historia mundial, en diciembre de 2001.

Las derivaciones prácticas de aquel infortunio ya son por todos conocidas:

Pobreza, desigualdad y democracia incompleta. Los perdonamos, pero nunca más nos distraeremos, no sea que vuelvan a atraparnos y repitamos la historia.




[1] O’Donell, Guillermo, Contrapuntos, Capitulo 3, Paidos, Buenos Aires, 1997