“Ya tuvimos
eso en los ‘70, cuando (el titular de la UOM) Lorenzo Miguel arreglaba y lo que
era el techo de un gremio después era el piso del otro. Eso terminó en el
‘Rodrigazo’ José Ignacio de Mendiguren (titular de la UIA).
Ni los términos históricos, ni el contexto
internacional, ni la economía Argentina con sus “fundamentals macroeconómicos”, dan lugar a
semejante exabrupto. Espero que el ex Ministro de Producción 2002 (cuando la devaluación, pesificación asimétrica, ruptura de contratos y volatilidad normativa) no piense en un “desastre” como el de 2002; que dicho sea de paso, en términos económicos, fue mucho peor que el Rodrigazo.
La relación deuda pública/PBI y las necesidades de financiamiento en comparación con cualquier época contemporánea son bajísimas. El sistema financiero esta realmente sólido, con una morosidad sumamente baja, no existen descalces de monedas ni de plazos y los capitales mínimos son los adecuados.
Lo más importante-aun lo mencionan los economistas monetaristas-, es que el grado de monetización de la economía argentina es el más elevado desde 1975. Aunque en 2012 descendieron los depósitos en dólares, los billetes se devolvieron sin inconvenientes, y por el lado de los “pesos”, los depósitos a plazo fijo crecen vigorosamente.
Es importante destacar que a pesar de las tasas de consumo que experimento la Argentina en estos años, el grado de endeudamiento de las empresas y las familias es muy bajo.
El nivel de reservas del BCRA es 5 veces el que había cuando de Mendiguren asumió como ministro del Duhalde. Desde entonces las reservas se quintuplicaron aun habiéndose cancelado entre 2003 y 2012, alrededor de u$s 35.000 millones de deuda. El saldo de la balanza comercial en 2012 fue de u$s 12.6 mil millones.
La desaceleración del primer semestre de 2012 se revirtió, y no tuvo repercusiones negativas en términos niveles de ocupación, que siguen elevados. El salario real en el conjunto de la economía, mantendrá la tendencia. Dispensando 2012, venimos de varios años de experimentar un significativo incremento de la productividad del trabajo, como resultado del elevado nivel de inversión-que será recuperado en 2013-, cuyo crecimiento superó el aumento del salario real hasta 2011. Esta realidad confirma que la suba del salario real no ha sido el factor que impulsó la inflación “de supermercado”.
Si bien, la formación de activos externos del sector privado mostró valores muy elevados a lo largo de 2011, en 2012, las diversas medidas implementadas lograron reducir sustancialmente estos flujos de divisas.
Evidentemente la situación Argentina en 2012 no es comparable con la de 2010, pero tampoco con la de 1975 o 2002.
¿Rodrigazo?
Atribuir responsabilidad a los sindicatos luce injusto e innecesario. Muchos de los sindicalistas de aquella época estuvieron presos a causa de quienes fueron cómplices del Rodrigazo. El titular de la UIA ha jugado con fuego, generándoles una innecesaria incertidumbre a los inversores y empresarios. Doy por hecho que habrá sido una sobre actuación, y que no ha existido una intención maligna.
En lo económico ni vale la pena fundamentar mas diferencias, pero considero interesante recordar dos contrastes políticos muy importantes con 1975.
1) Cristina no es “Isabelita”
2) Para que haya un equivalente de Celestino Rodrigo, tendría que haber un semejante de López Rega, influyendo a una “Isabelita”, hoy ausente.
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