-¿A cuanto va a estar el dólar a fin de año Pablito? - ¿Se cae el imperio loco? -Viste que Cristina renuncia antes de fin de año-¿ya te dijeron?... -esto es lo que nos preguntan o nos afirman para ver si aseveramos, todos los días. Primos, parientes, amigos y allegados. Así como se acerca la gente a un médico para preguntarle por un pequeño dolor o molestia en medio de una fiesta o un acontecimiento oficial de la Casa Rosada, del mismo modo irrumpe alguien para preguntar --¿cual es el verdadero índice de inflación?-. Observe algo, casi todos los expertos lucen felices en estas circunstancias, la razón es muy sencilla, se sienten cómodos hablando de lo que saben.
El que pregunta como el que lee debe entender, que aunque algunos de nostros respondemos con rapidez, no somos lo suficientemente sabios como para que se nos atribuya el conocimiento exacto de lo que va a pasar. Esto nos convertiría en profetas del antiguo testamento, y apenas somos profesionales en ciencias políticas o económicas, metidos a estudiar y analizar "lo conocido".
Pídale a los duendes del pronóstico que intenten dar la cifra de libros que tiene en su biblioteca un Doctor en Ciencias Económicas y amigo mío, de bigotes anchos y lenguaje campechano. Le dicen "el negro" o "el turco", le aseguro que el error de los eruditos no bajaría del 100%. Si el tribunal supremo del análisis político y económico argentino hiciera un pronóstico de cuantos volúmenes tiene en su biblioteca, se equivocaría por 6 o 7 mil unidades, porque solo en Diagonal Norte tiene alrededor de 10 mil libros. Como será que el hombre tuvo que contratar un bibliotecario nacional-que no abundan, para rotularlos. Nunca le escuché exteriorizar el menor alarde al Dr. Roberto Domínguez, que además es el dueño de uno de los bancos más exitosos y de mayor profesionalidad de la Argentina. Una excepción de humildad, Roberto forma parte de una minoría que debería gravitar en la Argentina. Pero la tendencia de la cual vengo hablando se refiere a la media de la población profesional e institucional en el mundo de exposición pública y de negocios. Ahora yo aplico estadísticas y matemáticas a los genios cuantitativos que lanzan pronósticos, muchos de ellos sin pagar ningún costo por equivocarse de cabo a rabo. País generoso.
Los profesionales y las entidades, generalmente sobre apreciamos lo que conocemos, y desestimamos la incertidumbre que precede a un pronóstico. En el caso de la Argentina esta situación se ha vuelto tan patológica, que los que venden pronósticos le siguen pifiando hace ocho años, y los que compran les siguen pagando.
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1 comentario:
Entonces: -¿A cuanto va a estar el dolar? jeje. Es la pregunta de todo el que tiene un ahorrillo.
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