Lavagna, es un economista político, y político peronista. Ideológicamente, es idéntico a Kirchner.
Kirchner Lavagna no constituyen la foto de Alfonsín (Radical)-Menem (Peronista), que algunos han imaginado ver. La foto de Olivos esta vez, es entre dos peronistas que además, tienen diferencias solamente de forma.
Ambos representan el peronismo de "este tiempo". El peronismo es un partido de "tiempos" diferentes.
Un analista político (no peronólogo o incompatible con el peronismo), pudo haber definido y deseado ver a Lavagna como un demócrata cristiano europeo, lo que demuestra que no percibe el peronismo. Quien conozca al peronismo, o comprometa una cuota de objetividad; jamás ha tenido dudas, Lavagna es, "recontra peronista".
Daniel Scioli: un empresario proveniente del comercio de artefactos para el hogar, hijo de José Scioli, accionista de Canal 9, junto al reconocido Héctor Pérez Pícaro y Alejandro Romay, llegó a la política de la mano de Menem y la motonáutica; deporte que puso de moda Canal 9 en la Argentina. Integró el súbito gabinete de Rodríguez Saa, siguió con Duhalde, continuó con Kirchner y ahora está en una Provincia históricamente más consistente con su perfil.
Francisco de Narváez, es un ex empresario supermercadista (heredero y último gerenciador de Casa Tía), quien vendió la tienda fundada por su familia en más de 600 millones de dólares, en el año 1998 al Excel Group de Juan Navarro. Posee acciones sobre la explotación del Predio Ferial de Palermo, que le permite recolectar un porcentaje de todos los negocios que se realizan en el predio. Desde hace 10 años, además de desempeñar el rol de rentista, es un neo justicialista. De Narváez se interesó en la política desde el empresariado, porque como otros; entendió que por afuera del PJ, nada es posible para llegar al poder. Previa experiencia con Carlos Menem poco antes de su capitulación, apareció luego tratando de establecer vínculos con Duhalde en su descenso, para volver a la carga, y renovar, digamos; el ala pos menemista de los noventa. Es decir, es una especie de "Menem reloaded"-recargado-. Hasta ahora siempre llegó tarde, parecería recorrer el camino de algunos economistas, devenidos en políticos.
La organización internacional que reúne a los partidos de centro-derecha del mundo, asintió que el peronismo que entró allí de la mano de Carlos Menem, en los años noventa, sigue perteneciendo aún; y no ficha todavía, para la internacional social-demócrata, que representa el centro-izquierda, donde claramente podría mudarse si quisiera hacerlo.
Kirchner no se ha corrido hacia el centro, el peronismo es, el verdadero centro. El otro centro es un eufemismo argentino, concebido por la derecha que no se hace cargo; asumiendo que en la Argentina, por sí sola no suma, como tampoco la izquierda cuenta a la hora de medir.
Algunos creen ver a Kirchner, alejándose de “la juventud maravillosa”, pero eso no es así. Simplemente, la reagrupación de los que estaban ocasionalmente dispersos (en la familia peronista), pone en perspectiva aquel viejo eslogan de: “Peronistas, ni Yankees ni Marxistas”, o ¡Sean bienvenidos los rezagados!, “pero atrás" (Eva Perón).
Es interesante que a Perón, en su última década de existencia, algunos lo vieran como Mao Tse Tung, otros lo describían como Charles De Gaulle. Hablamos siempre del observador "no peronista", argentino o extranjero, incluyendo a Robert Potash y Alain Rouquie; claro.
Por todo lo expuesto, la presidencia del PJ (partido) es una posición clave para mantener el equilibrio peronista. Perón mismo fue el presidente del PJ, oscilando accesoriamente el centro de gravedad, conforme transcurrían los tiempos.
La presidencia del PJ no es un fin en si mismo, ni es un pretexto para justificar el contacto de Kirchner con los gobernadores. Kirchner ha sido colega de gobernadores 12 años, fue intendente hace 20 años, y conoce a los sindicalistas, hace 30 años. En el peronismo “los compañeros” de más de 50 años de edad, se conocen entre sí, incluyendo los de perfil bajo de diferentes tiempos y roles.
Con los actuales condiscípulos -en el poder o reservados para luego-, Kirchner ha llevado adelante casi 5 años de trabajo. Son la expresión del poder político y popular del peronismo de hoy. No existe propiedad de Menem, de Duhalde ni de Kirchner, son todos peronistas; en algún caso existen advenedizos, próximos a su conversión, pero como dijo el ex presidente Perón: “mi heredero es el pueblo”.
Sin gobernadores, intendentes y dirigentes gremiales, sería imposible pensar en asegurar la gobernabilidad en la Argentina. La presidencia del PJ siempre fue importante. En este momento no hay muchos que le puedan disputar la titularidad a Kirchner. Por eso mismo, el tiempo del Partido Justicialista (que no es lo mismo que “El Movimiento”) para Kirchner es ahora. Es evidente que Kirchner es un entendido en los tiempos del peronismo; que a su vez, es un partido muy entendido en los tiempos políticos.
La estructura política del PJ, es tan relevante, que puede definir elecciones nacionales (internas propias y ajenas, indirectamente); puede ayudar considerablemente la gobernabilidad, inclusive puede resolver problemas de "ingobernabilidad" como en 1989 y 2001.
La transversalidad, alguna vez llamada “FREJULI”-Frente Justicialista de Liberación Nacional-, donde la mal llamada centro izquierda (en el peronismo no existe el "centro nada"). El peronismo siempre empieza sus periodos con fuerte énfasis social y reivindicativo en general, (1945/51)-(1972/73), luego puede ser amigable con los aliados, mientras reagrupa al antiperonismo, por último llega la ortodoxia y el verticalismo. El presente no es “la ortodoxia”, aunque todo se encamina inexorablemente hacia el verticalismo, que habitualmente ejerce el jefe del movimiento. (El Movimiento Nacional Justicialista no es lo mismo que el Partido Justicialista).
A esta última movida (2007-2008), se le suma otra vez la absorción de radicales, atraídos por Kirchner por un lado, y Lavagna por el otro; como en el peronismo de la primera hora, radicales que se unieron al peronismo.
No existe ninguna duda que el liderazgo de Kirchner en el Partido Justicialista, aportará poder al gobierno de Cristina Fernández. "Esto estuvo planificado y yo lo dije", sostiene una exponente de la oposición, pretendiendo ser una suerte de sortílega política. Un ex radical como ella, conoce muy bien la famosa frase de Ricardo Balbín, durante su postrera y emotiva amistad con el general Perón: "El que gana, gobierna; y el que pierde, ayuda". Eso es lo que hizo Alfonsín con De la Rúa. Eso está haciendo Lavagna con Kirchner, dentro de un mismo partido, solo que con un idéntico ideal político, económico y social.
A mi parecer, como en otros tiempos, creo intuir la inconfundible sintonía aglutinante y pragmática del peronismo.