En voz baja a los funcionarios del Sector Público, los Organismos Internacionales y las Grandes Calificadoras de Riesgo le hicieron conocer que el principal impedimento para obtener el “investment grade” que recibió México, es la baja proporción de su Comercio Exterior en relación con el P.I.B. ,especialmente con las exportaciones. Mientras Argentina llega con mucha dificultad al 9,3 por ciento, México supera el 24 por ciento. Ni mencionar el coeficiente Deuda Externa sobre Exportaciones de Bienes, donde Argentina gana por goleada 6 a 1.
En cuanto al Sector Privado, podríamos escribir una guía con las frustraciones que experimentan las empresas para lograr mantenerse en esta “economía recesiva” que bate el récord de todos los tiempos. Esto es solo el marco de ciertas actividades que desempeñan un rol en mortificados sectores del mercado interno, donde habitualmente se ven apremiados enfrentándose con modas, cambios de hábitos alimentarios, paros y otros inconvenientes.
En el sector exportador, hay muchos casos del tipo que los consultores admiran y tratan de imitar para sus clientes. Me refiero a las empresas bien dirigidas, que están atentas a la visión competitiva internacional. Las que escucharon con atención a sus clientes del exterior, las que invierten agresivamente y terminan conquistando un mercado. Empresas como Arcor, Pescarmona y Techint venden productos manufacturados, con mano de obra argentina en un país como China, no en el Mercosur.
Quizá el paradigma podría enfocar el caso de nuestros vinos, cuyo crecimiento en participación de mercado nos colma de satisfacción hasta la euforia en estos últimos tiempos. Durante el primer cuatrimestre aumentaron los envíos del sector en más de 20 por ciento, correspondiente a 30 millones de litros (casi un litro por habitante) que generan 42 millones de dólares en divisas para el país. Otra buena noticia es el restablecimiento de las relaciones comerciales con Irán, que nos abre el camino para aumentar las exportaciones de cereales. En China se despeja la contingencia que nos permite superar las 5.865.000 toneladas que compraron en la cosecha 1998/1999. La mejora en el precio del petróleo nos deriva casi 800 millones por ventas de combustibles. El sector industrial del acero , la fundición de hierro, las máquinas y aparatos con remesas de carne y pescado sumarán fuertes entradas en respuesta a la modificación de las alícuotas de reembolsos a las exportaciones que impulsó el paquete pre competitivo. Los Norte Americanos nos levantaron la veda que impedía entrar los productos cítricos y San Miguel del grupo MBA ya calienta los motores, teniendo en cuenta que Argentina es puntero en la tabla de posiciones de producción de limones y sub productos cítricos. Pero los mercados externos y las exportaciones vistos como una respuesta a las Calificadoras de Riesgo por el Estado y la recesión del mercado interno por los hombres de negocios, no son mecanismos de punta y pueden convertirse en una potencial amenaza futura.
La tarea del Gobierno y el Sector Privado es asegurar que las exportaciones sean ponderadas por políticos y empresarios, sin poner en riesgo en el futuro las relaciones con los clientes del exterior en términos de sustentabilidad en el tiempo, proveyendo a la vez rentabilidad para las empresas y crecimiento para el país.
Estos dilemas serán resueltos solo cuando se tomen en cuenta dos aspectos fundamentales. Por una parte, la necesidad de vender en todo el planeta organizando cuidadosamente misiones comerciales mixtas. El otro capítulo, se escribe entendiendo que Argentina tiene necesidad de crear valor económico en forma creciente y para ello necesita exteriorizar responsabilidad en el desarrollo de los negocios a largo plazo.
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